El mejor guiso de patatas con níscalos que probarás
Este otoño es temporada de platos de cuchara y como no, os traemos un guiso clásico que nos reconforta y nos encanta, níscalos con patatas.
Esta seta es muy común en los pinares y la podemos encontrar debajo del musgo o cerca de algún arbusto, si somos capaces la veremos abultando las acículas de los pinos, aunque necesitaremos un ojo entrenado.
El Lactarius Deliciosus o robellon es una de las setas mas codiciadas por los amantes de la micología por su sabor característico, su textura y como no, por su gran aporte nutricional y alto contenido en hierro. Es un complemento perfecto para las dietas vegetarianas o para personas con anemia.
Ingredientes para cuatro personas
- 800 – 1000 g de Níscalos.
- 5-6 patatas medianas.
- 2 dientes de ajo de las Pedroñeras.
- 1 cebolla.
- 1 pimiento verde.
- 1/2 pimiento rojo.
- 300 g tomate triturado.
- 1 trozo de guindilla o una cayena pequeña.
- Aceite de oliva virgen extra (AOVE).
- Sal.
- Pimienta.
- Pimentón de la vera agridulce.
- Vasito de vino Blanco.
- 1 litro de agua o caldo de verduras.
- Perejil fresco picado.
Elaboración
En tan solo cuatro sencillos pasos cocinaremos nuestro guiso de níscalos con patatas, ya vereís como reconforta esta receta.
PASO 1: Limpiar y trocear los níscalos.
Comenzamos por limpiar los tallos o pies de las setas que hemos recolectado para que no tengan arena y eliminamos las hojas o musgo con un paño húmedo. Procuraremos no meterlos debajo del grifo porque perderían sabor, a continuación los secaremos con otro paño.
Una vez limpios los troceamos en dados o cortes grandes, no demasiado finas y lo más parecidas en tamaño. Con esto tendremos una cocción uniforme.
PASO 2: Preparamos el sofrito en una cacerola.
Preparamos una cacerola grande y echamos un buen chorro de de AOVE. Mientras calentamos el aceite a fuego medio, troceamos los pimientos en dados pequeños y los añadimos a la cacerola.
Cuando empiecen a estar blandos añadimos la cebolla pelada y picada. Pochamos todo y le echamos el tomate triturado, cuando veamos que espesa un poco bajamos el fuego.
PASO 3: Salteamos los níscalos.
Incorporamos los ajos a la sartén bien picaditos, junto con la cayena y dejamos que se doren un poco. Una vez dorados los ajos incorporamos los níscalos troceados y salpimentamos. Los rehogamos bien hasta que suelten el agua y les añadimos un vasito de vino blanco.
Cuando ya reduzcan y estén casi listos les añadimos una cucharadita de pimentón dulce o agridulce de la vera.
PASO 4: El toque perfecto.
Añadimos los níscalos a la olla, justo después las patatas chascadas, para que suelten el almidon, cubrimos con agua o caldo vegetal y añadimos el perejil picadito. Cocemos durante 20 minutos a fuego medio, hasta que la patata este hecha y ¡LISTO!